:: PRÓXIMO PARTIDO: EL HALCÓN EN LA CUNA DEL FOLKLORE

EN LA TERCERA FECHA DE LA LIGA PROFESIONAL 2025, DEFENSA Y JUSTICIA EMPRENDE UNA ODISEA HACIA SANTIAGO DEL ESTERO PARA ENFRENTAR A CENTRAL CÓRDOBA




En Florencio Varela, donde el verde del césped se mezcla con el sudor de los sueños, Defensa y Justicia se prepara para un viaje que no es solo un traslado de 1.000 kilómetros, sino una odisea hacia el corazón ardiente de Santiago del Estero. Es lunes, tercera fecha de la Liga Profesional 2025, y el Halcón se alista para enfrentar a Central Córdoba en el Estadio Madre de Ciudades, ese coloso de cemento que late como tambor en la Cuna del Folklore. 


EL ÉXODO AL NORTE

En la mañana del domingo, el plantel de Defensa y Justicia se reúne en el predio de Bosques. Hay un silencio extraño, de esos que no pesan, sino que cargan energía. Los jugadores, con sus mochilas y auriculares puestos, suben al micro que los llevará al aeropuerto. Mariano Soso, el técnico, está en la puerta, mirando a cada uno de sus soldados con esa mezcla de padre severo y poeta callejero. Sabe que este viaje no es solo por tres puntos; es por la honra, por el prestigio de un club que, contra todo pronóstico, se ha ganado un lugar en la mesa de los grandes.

En el micro, el capitán Kevin Gutiérrez, con voz de profeta y su mirada de quien ha visto demasiadas rutas, charla con los pibes nuevos. Les cuenta de aquella noche en la que Defensa le ganó a Palmeiras en Brasil, como si fuera un cuento de fogón. “Si pudimos en el Allianz Parque, ¿qué es un lunes en Santiago?”, dice, y los chicos, que todavía tienen cara de potrero, asienten, aunque en el fondo saben que Central Córdoba, en su casa, es un hueso duro de roer.

El avión despega, y desde la ventanilla se ve el Río de la Plata perdiéndose en el horizonte. Los jugadores duermen, juegan al truco o miran videos de TikTok, pero en la cabeza de todos está el Ferroviario. Central Córdoba, el equipo que en 2024 se coronó campeón de la Copa Argentina, el que venció a Flamengo en el Maracaná por Libertadores, el que lleva en la sangre la garra de una provincia que no se rinde. “No son invencibles”, murmura Soso mientras repasa apuntes en su cuaderno. Pero en el fondo, hasta él siente un cosquilleo. 

LA LLEGADA AL INFIERNO CÁLIDO

El calor de Santiago del Estero los recibe como un abrazo de esos que te asfixian. El micro cruza la ciudad, y desde las ventanas los jugadores ven los carteles de bienvenida al “Maracanazo Santiagueño”, como los diarios locales bautizaron aquella victoria épica sobre Flamengo. Los hinchas de Central Córdoba ya están en las calles, con banderas negras y blancas, cantando como si el partido fuera hoy. “Ferroviario, mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo”, retumba desde una esquina, y los pibes de Defensa se miran entre sí, como diciendo: “¿En qué nos metimos?”

En el hotel, la concentración es un hervidero. Los utileros descargan los bolsos, los kinesiólogos preparan las camillas, y los analistas tácticos repasan videos de Central Córdoba. Pero Soso, con esa calma de quien ya ha estado en mil batallas, reúne al equipo en el comedor y suelta una frase que queda flotando: “Ellos tienen presente, pero nosotros tenemos hambre e historia”.


LA VÍSPERA DEL COMBATE

La noche antes del partido, los jugadores bromean, pero hay una tensión que se siente en el aire, como el zumbido de un mosquito que no te deja dormir. En un rincón, Juan Miritello escribe un mensaje a su familia: “Mañana hacemos historia”. En otro, el defensor Damián Fernández, un pibe de 23 años que debutó hace nada con la camiseta del halcón, repasa mentalmente cómo marcar a sus rivales sin que lo dejen pintado. Soso, mientras tanto, está reunido con sus ayudantes, trazando un plan que parece más un guión de película que una táctica futbolera: presión alta, líneas juntas, y aprovechar los espacios que deje el Ferroviario cuando se mande al ataque.

En Santiago, la ciudad no duerme. Los bares están llenos de hinchas que cantan por José Florentín, el volante que se convirtió en héroe tras el título de la Copa Argentina. Las radios locales repiten la formación probable. Pero en Defensa y Justicia nadie se achica. “Si ellos son el Maracanazo, nosotros somos el Halcón que vuela más alto”, dice Delgado en la última charla antes de dormir, y el equipo estalla en un grito que retumba en el hotel.


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